La Provincia podría verse beneficiada por la decisión nacional de no pagarle a los acreedores privados internacionales pero también perjudicada. En ese sentido, dejaría de estar obligado a pagar más de 300 millones de dólares en los próximos años. Sin embargo, también podría quedar fuera de cualquier fuente de financiamiento internacional que surgiera después de la pandemia.
La posibilidad de que el Estado nacional caiga en default en los próximos días podría significar buenas y malas noticias para las cuentas de la provincia de La Rioja.
Como ya publicó economiariojana.com.ar el Estado provincial adeuda más de 330 millones de dólares y los vencimientos más importantes comenzarán a concretarse en el año 2021. Aunque en agosto de este 2020 tiene un pago de 14,6 millones de dólares por el famoso bono verde.
En ese contexto, la caída en falta de pago por parte del Estado nacional podría representar la puerta de ingreso de la renegociación de la deuda externa por parte del Gobierno riojano.
Uno de los principales aspectos negativos que tiene caer en default es el cierre total de los mercados internacionales de crédito, pero en el caso de La Rioja la principal fuente de financiamiento es el Estado nacional.
Es decir, que La Rioja no depende en estos momentos de los aportes de entidades financieras internacionales, en paralelo que su principal financista (el Gobierno de Alberto Fernández) tendría una mayor disposición para enviar recursos a las provincias, ya que liberaría una gran parte de su presupuesto que habitualmente destina al pago de la deuda.
Sin embargo, en el mediano plazo caer en el default implicaría elementos negativos para la Provincia.
En caso de una cesación de pagos nacional, está claro que el Estado riojano seguiría el mismo camino a las pocas semanas.
En ese caso, el Gobierno provincial quedaría excluido de todo el mercado internacional de financiamiento y por ende no podría acceder a las líneas de financiamiento que el sistema financiero generaría posteriormente al COVID19.
En ese sentido, hoy ya se menciona una fuerte inyección de dinero que entraría en circulación en los próximos meses para levantar a la economía mundial de la segura recesión.
El default es una posibilidad que se puede concretar si antes del 22 de mayo el Estado nacional no logra un acuerdo con los acreedores externos. Si éso ocurre, a la provincia se le presentan dos escenarios que se deberá seguir con mucha atención en los próximos meses.