Tres elementos están golpeando de manera directa a las empresas instaladas en el Parque industrial: la baja del consumo, el aumento de los costos por la aplicación de nuevas tarifas (eléctricas y en el gas) y el temor por la apertura de importaciones. Algunos ejemplos concretos del panorama. En el corto o en el mediano plazo la situación se podría trasladar al nivel de empleo.
En el Parque industrial de la provincia de La Rioja hay una marcada preocupación y temen por la proyección en el tiempo del actual escenario económico. En el corto o en el mediano plazo la situación se podría trasladar al nivel de empleo de manera masiva.
Un empresario lo graficaba con crudeza ante la consulta para esta nota: "Nos están bajando el techo y subiendo el piso, en el medio nosotros, es una tormenta perfecta". Es decir, aumentan los costos y bajan las ventas.
La referencia es a la conjunción de dos elementos que están golpeando en el mismo momento: hay un aumento de los costos fijos por los incrementos salariales y la suba de las tarifas de gas y electricidad, y al mismo tiempo existe una marcada baja del consumo.
El gran temor es que la apertura de importaciones que está comenzando a insinuar el Gobierno nacional se profundice en los próximos meses y golpee todavía más la realidad del sector.
En el repaso informativo de las últimas semanas hay datos que confirman la preocupación generalizada que hay entre los industriales. Se informaron más de 60 despidos, dos empresas ingresaron en concursos preventivos de crisis, existen casi 400 suspensiones en las industrias radicadas en La Rioja y las fábricas Carters y Guipure cerraron sus puertas.
En ese sentido, continúan siendo textiles y calzado dos de los sectores que más inquietan.
En el rubro confección se estima que los pedidos cayeron entre un 40% y un 60%. "Una empresa vendía 140.000 prendas mensuales y ahora son 40.000 prendas mensuales", explicaron desde FONIVA.
Además se debe pensar que rubros como las textiles y el calzado viven centralmente del consumo del mercado interno. Y es justamente ese mercado el que se ve afectado por el proceso de estanflación que vive el país, con la conjunción de aumento de precio de los bienes y caída de la actividad económica.