El Gobierno provincial y el municipio enfrentan el peor momento de su relación política e institucional desde que ambas gestiones comenzaron en diciembre pasado.
La relación entre el Gobierno provincial y el municipio de la Capital pasa por su peor momento desde que Alberto Paredes Urquiza llegó al Palacio municipal y Sergio Casas a la primera magistratura provincial.
El conflicto se origina en un problema de fondos, pero esconde un trasfondo político que tiene a las elecciones legislativas del próximo año como un horizonte cada vez más cercano.
La administración municipal cree que la Provincia no lo respalda financieramente y lo puntualiza en un dato: las designaciones que realizó la anterior gestión comunal nunca fueron cuestionadas por la Provincia pero tampoco financiadas.
Mientras que en la Casa de las Tejas repiten que Paredes Urquiza cada vez se "parece más a Quintela en sus reclamos".
El municipio pretende que el pago de salarios mes a mes ocupe menos espacio del presupuesto capitalino. Hoy la totalidad de los fondos que envía la Provincia van a pagar sueldos y no alcanzan. El municipio abona poco más de 55 millones de pesos mensuales en salarios, la Provinci a le envía cerca de 48 millones de pesos.
Esa diferencia genera que la Municipalidad deba usar su recaudación propia (que ronda los 15 millones de pesos en promedio mensuales) para afrontar el resto de sus gastos.
En esta ecuación está la encrucijada de Paredes Urquiza: el Intendente quiere brindar cada vez más servicios pero mes a mes paga más en sueldos y tiene menos recursos para los servicios.
Desde el Gobierno provincial le cuestionan al Intendente su vínculo con la Nación y "el poco acompañamiento a los reclamos de la Provincia para obtener más fondos".
La Provincia y el municipio se pelean otra vez. Una película que los riojanos ya vimos muchas veces.
(Imagen tomada del sitio web Riojapolítica).