En mayo el consumo de carne en los supermercados subió un 73,2% con relación a igual mes de 2021 pero en el mismo lapso la inflación fue del 61,7%. Por eso las ventas quedaron un 11,5% por encima del índice de precios. El relevamiento es del INDEC y no incluye la compra de carne en carnicerías ni almacenes de barrio.
En el lapso de un año, el consumo real de carne en los supermercados de la provincia aumentó un 11,5%.
De acuerdo a cifras del INDEC, la venta de carne en los supermercados registró un incremento del 73,2% en mayo con respecto a igual mes del año pasado. Sin embargo, en el mismo periodo analizado la inflación llegó al 61,7%. Esto significa que las ventas de carne en los supermercados quedaron 11,5 puntos por encima de la inflación, es decir, se produjo una suba del consumo del 11,5% en términos reales.
Las cifras publicadas en la Encuesta de Supermercados que elabora el INDEC y a las que economiariojana tuvo acceso, indican que en mayo se consumieron en los supermercados de La Rioja $136,4 millones en carnes mientras que en el mismo mes de 2021 la venta de este producto había alcanzado un total de $78,7 millones. Esto significa que en mayo los supermercados facturaron $57,7 millones más que un año antes por la venta de carne pero esa suba quedó solo un 11,5% por encima del índice inflacionario.
A su vez, el consumo de carne representó en mayo el 14% de todo lo que los consumidores de La Rioja adquieren cuando hacen sus compras en los supermercados.
Las cifras de mayo sobre la venta de carne en los supermercados que aporta el INDEC es el último dato disponible que dio a conocer el organismo estadístico nacional.
El informe del INDEC sobre los niveles de consumo de carne se realizó solamente respecto de las ventas de estos productos en los 16 supermercados más grandes la Provincia. Esto significa que el relevamiento no incluye la venta de estos alimentos en carnicerías o almacenes de barrio.
Además, este estudio del organismo nacional de estadísticas analiza la facturación final del producto, es decir que no considera si el producto en cuestión aumentó su precio durante el periodo analizado.