Fracasó la audiencia de conciliación. La empresa insiste en reducir las jornadas laborales de los sábados a la mañana y domingo por la noche pero el Sindicato del Plástico lo rechaza de plano. El gremio amenaza con paros y con tomar la planta si la patronal no desiste de su intención de reducir la jornada de trabajo.
En la empresa Atiles recrudeció el conflicto que se desató en los últimos días y desde el Sindicato del Plástico amenazan con tomar la fábrica si es que la patronal no desiste de su intención de reducir la jornada laboral.
Este miércoles por la mañana se llevó a cabo una audiencia de conciliación en la Secretaría de Trabajo pero la empresa y el gremio no llegaron a ningún acuerdo. La patronal quiere reducir dos jornadas laborales (la de los sábados por la mañana y el domingo por la noche) pero el gremio lo rechaza de plano porque implica una reducción del salario de los trabajadores y porque temen por los puestos de trabajo.
En la audiencia el gremio dejó en claro que la decisión de Atiles de reducir la jornada laboral -que ya aplicó el pasado domingo- "es una medida arbitraria e inconsulta" por lo que la rechazan y exigen que la empresa abone el jornal del domingo a la noche cuando no se permitió el ingreso de los trabajadores a la planta.
"En la audiencia la empresa ratificó la medida que quiere tomar que es la de la reducción de la jornada laboral. Pero no lo vamos a permitir. Y si este sábado o el domingo no dejan ingresar a los trabajadores a la fábrica vamos a empezar con medidas de fuerza. Primero haremos paro y si eso no hace desistir a la empresa vamos a tomar la planta", advirtió el secretario general del Sindicato del Plástico, Jorge Castro.
Castro informó que el gremio ya presentó una nota en la Secretaría de Trabajo en la que advierte que tomará medidas de fuerza si la empresa no permite el ingreso de los trabajadores a la planta en las jornadas mencionadas.
Según estimó el gremialista, la reducción horaria que pretende llevar adelante la empresa tiene como consecuencia una recorte salarial de entre $2.500 y $3.000 en el bolsillo de cada trabajador.
El conflicto en Atiles se inició el domingo por la noche cuando los trabajadores regresaron del receso y intentaron ingresar a trabajar a la planta pero se les impidió el acceso.
La empresa aduce falta de actividad en la planta y por esa razón quiere achicar la jornada de trabajo.
Pero en el gremio dicen que esa situación no es real y sostienen que en la planta que Atiles tiene en Tucumán la actividad se lleva adelante con normalidad.
