El lunes habrá una nueva audiencia de conciliación en la Secretaría de Trabajo. Allí el gremio FONIVA y los 50 trabajadores despedidos insistirán ante la empresa para que pague las indemnizaciones. La fábrica cierra sus puertas el 30 de noviembre.
El próximo lunes se llevará a cabo una nueva audiencia de conciliación en la Secretaría de Trabajo, donde los empleados despedidos de Chilcal intentarán obtener el compromiso de la patronal de que se abonen las indemnizaciones correspondientes.
Así lo confirmó la titular de la Secretaría de Trabajo de la Provincia, Miriam Espinoza, quien señaló que el organismo contralor quiere saber cuál es la modalidad de pago que la empresa propondrá a los trabajadores.
Espinoza recordó que la primera audiencia de conciliación tuvo lugar la semana pasada y que la misma fracasó porque no se presentó ningún representante de la patronal.
Los 50 trabajadores de Chilcal perderán su empleo el próximo 30 de noviembre, ya que la empresa anunció que ese día cierra sus puertas definitivamente.
Pero desde que la patronal anunció el cierre de la planta, el personal aún no ha podido obtener una respuesta certera respecto del pago de los montos indemnizatorios.
La semana pasada los trabajadores realizaron sendas protestas con cortes de calle en el centro de la ciudad Capital para exigir el pago de las indemnizaciones.
Plazos
En este marco, Espinoza recalcó que -como en todo despido sin causa- corresponde que la empresa indemnice al 100% al personal cesanteado.
La titular de Trabajo agregó que en el eventual caso de que llegue la fecha de cierre de la planta -30 de noviembre- y que el personal no haya cobrado para entonces, la patronal tendrá un plazo máximo de cuatro días hábiles para hacer los pagos. "Transcurrido ese plazo, al quinto día hábil, que sería el jueves 7 de diciembre, el personal ya puede iniciar el reclamo legal a través de la Secretaría de Trabajo", explicó.
A su vez, en medio de este clima de creciente malestar entre los trabajadores, el gremio FONIVA denunció días atrás que la empresa había comprado materia prima, cuando solo faltaban dos semanas para el cierre definitivo de la planta textil.
