El sector busca adecuarse al cambio de esquema que impuso el gobierno de Macri. Durante los últimos 20 años el sector logró sortear varias crisis y cambios en las políticas económicas. En 1996 había 6.759 trabajadores registrados en el Parque Industrial y en 2013 se alcanzó la cifra récord de 11.097 empleados. En 2016 hubo despidos y las suspensiones y el sector textil fue el más golpeado.
El Parque Industrial riojano afronta un momento clave en el que buscará iniciar el camino de la recuperación.
Con el cambio en las políticas económicas que impulsa el gobierno del presidente Mauricio Macri, la industria manufacturera deberá adecuarse a un esquema que se apoya en un modelo exportador, en el que se apuesta a la competitividad a través de un dólar devaluado y de una apertura total al comercio mundial sin ningún tipo de protección contra importaciones de bienes finales.
En la provincia, el cambio de políticas que impuso el Gobierno Nacional que asumió a finales de 2015 estremeció al Parque Industrial. La apertura de las importaciones no tardó en hacer sentir sus efectos y el 2016 fue un año marcado por despidos, suspensiones de personal, reducción salarial y vacaciones adelantadas por falta de actividad en las plantas.
La evolución del Parque:
¿Pero como transitó el Parque Industrial los últimos 20 años?
El Parque Industrial ha evolucionado de distintas maneras durante las últimas dos décadas. En ese lapso el sector pudo sobrellevar un sinnúmero de problemas económicos y crisis de distinta índole, pasando desde una convertibilidad monetaria a una flotación sucia; y de un esquema productivo nacional a una apertura económica sin precedentes.
Los datos aportados trimestralmente del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) van desde 1996 hasta el primer trimestre de 2016. Durante esos 20 años, el sector industrial mostró distintos niveles de empleo según los diferentes ciclos económicos por los que transitó.
Los primeros datos muestran que en 1996 había registrados 6.759 trabajadores asalariados en las distintas empresas radicadas en el Parque Industrial.
Durante esos años -en pleno régimen de Promoción Industrial- había un fuerte estímulo impositivo que era muy beneficioso para las empresas radicadas en la Provincia.
En tiempos de la convertibilidad y hasta la crisis de 2001, la industria manufacturera riojana pasó de los 6.759 trabajadores a 8.207 a finales del 2001, aumentando en un 21,4% los puestos de trabajo en las empresas beneficiadas.
En la crisis de 2001 la caída del empleo en el Parque Industrial no fue tan acuciante como el momento que vivía el país: en 2002 las empresas reducen su personal en 600 trabajadores, lo que representó una merma del empleo del 7,1%.
Sin embargo, el sector logró rápidamente reposicionarse ante el cambio de políticas monetarias y las empresas vuelven a generar empleo genuino a partir de 2003.
Las políticas impulsadas durante la era kirchnerista -incentivar la demanda agregada a través del gasto público direccionándolo hacia las clases trabajadoras, mantener un dólar depreciado y cerrar las importaciones de bienes finales- tuvo un impacto altamente positivo para las empresas radicadas en La Rioja.
Desde 2003 a 2015 la evolución de los trabajadores privados del sector manufacturero riojano marcó un record de 11.097 empleados en el primer trimestre del 2013. Esto significó un incremento del 45,9% de los puestos de trabajo en el Parque Industrial desde la crisis de 2001.
Por último, el primer trimestre del 2016 mostró números en los que prácticamente se mantuvieron los puestos de trabajo generados en la última década.
Sin embargo, luego vinieron nueve meses marcados por una dura crisis que se reflejó en suspensiones y despidos en varias empresas y donde el sector textil fue el que más sintió los efectos del cambio de rumbo a nivel nacional.
Pese a este escenario, entre las empresas del Parque Industrial hay expectativas de que la situación mejorará este año.
El sector espera que las nuevas medidas nacionales empiecen a dar resultados. En ese escenario, las empresas deberán modificar su estructura de negocios y salir a buscar nuevos clientes. Deberán competir contra economías más informales con un esquema en que los altos costos fiscales y de logística representan prácticamente toda la diferencia de competitividad con el resto del mundo.
(La imagen que acompaña la nota fue extraída de www.infogremiales.com.ar)
