En agosto -último dato brindado por el INDEC- se vendieron $6 millones menos que los que se habían vendido en julio. Es el rubro de productos en el que más gastan los consumidores de la provincia (31%) y la caída en las ventas de éstos marca una baja generalizada del consumo durante agosto.
En agosto el consumo de productos de almacén en los supermercados de la provincia disminuyó un 5,3% con respecto a julio.
Según las cifras que surgen de la Encuesta de Supermercados que elabora el INDEC y a los que economiariojana tuvo acceso, en agosto se consumieron en los supermercados de La Rioja $109,2 millones en productos de almacén mientras que en julio el consumo de estos productos había alcanzado los $115,2 millones. Esto significa que en agosto se gastaron $6 millones menos que en julio y eso arrojó esta caída del 5,3%.
Las cifras de agosto sobre la venta de productos de almacén en los supermercados que aporta el INDEC es el último dato disponible que dio a conocer el organismo estadístico nacional.
Un punto a tener en cuenta es que los productos de almacén representan el 31% de todo lo que los consumidores riojanos compran en los supermercados. Es el rubro de productos en el que más gastan los consumidores de la provincia y la caída en las ventas de éstos es un termómetro que marca una baja generalizada en el consumo durante agosto.
Un dato importante que podría explicar esta caída del consumo, es que durante la pandemia creció el consumo en los almacenes de barrio ya que son locales en los que se está menos expuesto al virus por haber menor cantidad de gente. Esto marca, en parte, que hubo un traslado del consumo hacia estos almacenes en detrimento de los supermercados.
Hay que destacar que estos datos del INDEC sobre los niveles de consumo de productos de almacén se recabaron solamente de las ventas que se produjeron en los 14 supermercados más grandes la Provincia. Esto significa que el relevamiento no incluye la venta del producto en almacenes de barrio o maxikioscos.
Además, este informe analiza la facturación final del producto, es decir que no considera si el producto en cuestión aumentó su precio entre julio y agosto. Es decir, que la venta no solamente bajó en el monto final consumido, sino en cantidad de productos por persona si se toma en cuenta el proceso inflacionario.